¿Quién eres, en qué campus estudiantes, qué titulación y por qué elegiste la Universidad Europea?
Mi nombre es Patricia Hazen y tengo 29 años. Me gradué en Biotecnología en el Campus de Villaviciosa de Odón de la Universidad Europea. Además, realicé un postgrado en Riverside, California. Mi trayectoria universitaria comenzó estudiando Medicina, pero pronto descubrí que no era mi camino, a pesar de mi pasión por la ciencia. Fue esta pasión la que me impulsó a explorar la carrera de Biotecnología, que en aquel entonces era relativamente nueva. Tomé esta decisión gracias a la recomendación de un amigo de mi hermano, y puedo decir que fue un punto de inflexión que cambió por completo mi vida.
¿Fue un enamoramiento de biotecnología o desenamoramiento de medicina lo que te hizo cambiar de carrera?
Fue un flechazo por la biotecnología. Mi pasión por la medicina sigue intacta; la considero una profesión fascinante. Sin embargo, me di cuenta de que mi futuro no estaba en ejercer como médico, sino en otro ámbito de las ciencias. A partir de ese momento, comencé a investigar y descubrí que la carrera de biotecnología ofrecía una amplia gama de oportunidades. Esto me permitiría tomar decisiones en el futuro, ya sea enfocándome en el mundo empresarial o continuando con la investigación y el trabajo en laboratorio.
¿Cómo fueron tus años en la universidad?
Mis años universitarios representaron un período de autodescubrimiento. A los 19 años, no tenía una meta concreta en mente. A medida que avanzaba en mi carrera, fui trazando mi propio camino. La estrecha relación entre profesores y estudiantes, junto con mis experiencias durante las prácticas en la universidad y en el Instituto de Salud Carlos III, dejaron recuerdos imborrables en mi vida. Disfrutaba asistiendo a clases y rara vez faltaba. Realmente lo pasaba en grande.
¿Qué le dirías a un estudiante actual lo que le espera en la carrera de Biotecnología?
La biotecnología abarca una amplia gama de técnicas y conocimientos. Se nutre de los fundamentos de la biología pura, la química y se mezcla con campos como la ingeniería, la física y la termodinámica. En otras palabras, se trata de un área multidisciplinaria que te ofrece la posibilidad de dedicarte a la ciencia sin necesariamente quedar limitado a la investigación. Ofrece numerosas oportunidades y salidas profesionales.
Entonces, ¿Cuántos años estuviste en la universidad? ¿Qué recuerdo tienes de esos años en la universidad?
Estuve en la universidad durante 5 años en total, incluyendo el año que cursé Medicina. El último año lo pasé en Riverside. Mis recuerdos son muy buenos; disfruté mucho de esa etapa.
Mi promoción de biotecnología era un grupo relativamente pequeño, lo que nos permitió funcionar como una especie de familia. Además, éramos todos muy proactivos y estábamos llenos de entusiasmo por aprender.
En un campus como el de la Universidad Europea, es difícil no guardar buenos recuerdos, disfrutábamos de todas las comodidades que pudiéramos desear: un amplio gimnasio, varias bibliotecas, laboratorios muy equipados y un ambiente estudiantil muy internacional.
Todo lo que comentas es bueno, ¿Qué fue lo más duro de esos años?
Hubo asignaturas difíciles, en particular las más técnicas. Aún recuerdo el sudor y las lágrimas en los exámenes de termodinámica e ingeniería genética. Algún suspenso hubo (risas).
Tu último año lo cursas en Riverside, ¿Cómo fue?
La universidad ofrecía un convenio bilateral que nos brindaba la posibilidad, al llegar a cuarto año, de estudiar un posgrado en gestión de empresas de bioingeniería en la University Riverside California. Varios de mis compañeros y yo no dudamos ni un segundo en aprovechar esta oportunidad.
Lo que más me motivó a tomar esta decisión fue mis ganas de vivir una experiencia internacional. Hasta ese momento, había estado inmersa en la vida del laboratorio, pero no me veía pasando toda mi vida allí. Me atrajo la idea de enfocarme más en el ámbito empresarial y opté por seguir ese camino.
Una vez allí, la experiencia se convirtió en una emocionante aventura. Nos mezclamos con estudiantes de distintos países que estudiaban una enorme variedad de carreras, tanto en ciencias como en ciencias sociales. Durante el primer cuatrimestre, nos sumergimos en materias de las que sabíamos muy poco: marketing, finanzas y recursos humanos. El resto del año, nos adaptamos a un estilo de vida muy al estilo estadounidense, con un campus enorme donde debíamos buscar nuestras aulas, rodeados de animadoras y jugadores de fútbol americano… fue increíble.
Este cambio marcó un punto de inflexión importante en mi vida personal. Fue la primera vez que dejé mi casa y me mudé a otro país, enfrentando la vida por mi cuenta. Además, esta experiencia fue determinante para definir mi enfoque en el mundo laboral. Tras realizar unas últimas prácticas en el laboratorio, tomé la decisión definitiva de orientarme hacia el ámbito empresarial en lugar de la investigación.
En Riverside guardan un grato recuerdo de ti, ¿Sabías decirnos qué te hizo tan notable para ellos durante ese curso?
Siempre he sacado buenas notas, pero nunca he sido la mejor de la clase. Mi punto fuerte ha sido mi naturaleza extrovertida y mi pasión por conocer gente. Incluso tuve el honor de ser elegida para dar el discurso de graduación. Si algo destaco sobre mí, es mi habilidad para conectar con las personas y mi don de gentes.
¿Cómo fue tu paso al mundo laboral una vez regresaste de tus estudios?
Como decía, por aquel entonces tenía claro que quería centrarme en el mundo empresarial. Tuve la oportunidad de realizar prácticas en una empresa farmacéutica, Astellas Pharma, donde trabajé como becaria dando apoyo a los departamentos de marketing y ventas. Permanecí en Astellas Pharma durante un año antes de unirme a un programa de graduados en Merck, otra empresa farmacéutica. En Merck, mi rol consistía en dar soporte técnico a nuestros clientes en cuestiones relacionadas con productos de investigación.
Pasé un par de años en Merck en esa posición, pero con el tiempo, el trabajo comenzó a volverse un tanto rutinario, y buscaba un mayor desarrollo profesional. En ese momento, mi madre me hizo una sugerencia: "Patu" (así me llaman en casa), "por tu perfil y personalidad, podrías destacar en ventas". Surgió una oportunidad en Thermo Fisher, la competencia directa de Merck, y decidí dar el salto hacia el área de ventas.
¿Se cumplieron tus expectativas? ¿tu madre tenía razón?
¿Cuándo una madre no tiene razón? (risas). La sugerencia de mi madre realmente se ajustaba a mi perfil. A pesar de no tener experiencia en ventas y de haber trabajado principalmente en el ámbito más técnico del negocio, vi que podía hacerlo bien.
La transición fue difícil, y además, tuvo lugar en medio de la pandemia. Los primeros meses, incluyendo las entrevistas, se llevaron a cabo de manera virtual, todo desde mi casa.
Con el tiempo, logré desarrollarme en la posición, y en junio de este año, conseguí una promoción para convertirme en Account Manager.
¿Cómo te adaptaste a esa realidad?
Fue un desafío porque no tenía la posibilidad de comunicarte con mis compañeros cara a cara. A través de Microsoft Teams, todo resultaba un poco más impersonal. Sin embargo, mi equipo es increíble y el trabajo en ventas puede ser algo solitario, por lo que tampoco lo llevé mal.
¿Cómo es tu día a día en tu nuevo puesto?
Antes de mi promoción, me encargaba de la parte de Inside Sales, lo que significaba que tenía a mi cargo clientes distribuidos por toda España, incluyendo regiones como Asturias, Murcia, Castilla y León, así como parte de Cataluña y Valencia. Mantenía una comunicación diaria con ellos de manera telemática.
Ahora, en cambio, gestiono menos cuentas, pero de mayor envergadura, todas ellas en la zona de Madrid. Cada semana, realizo visitas a los diversos hospitales y universidades de la ciudad. Mi trabajo se centra en la venta de equipos de investigación y consumibles utilizados en biología molecular, celular y proteínas. Las universidades y los hospitales necesitan estos productos para sus proyectos de investigación.
¿Cuáles son tus próximos objetivos?
Mi objetivo es crecer en esta posición, adquirir experiencia y ganarme la confianza de los clientes. Aspiro a asumir más responsabilidades y contribuir al crecimiento del negocio.
¿Qué consejo le darías a un estudiante a un futuro estudiante después de lo aprendido los últimos años?
Recomiendo que aprovechen al máximo su tiempo en la universidad, tanto a nivel personal como académico. Es importante tener en cuenta que en la vida hay muchas oportunidades, pero alcanzar el éxito requiere esfuerzo y trabajo constante. Verán trenes pasar, y hay varios de ellos que pueden llevarlos a destinos maravillosos, pero es necesario estar preparados y dispuestos a subirse a ellos. Si su elección inicial no resulta la adecuada, no deben preocuparse, siempre habrá oportunidades para rectificar y seguir un camino que les haga sentir realizados y felices.