Gracias al HandsThinking de la universidad descubrí una forma increíble de diseñar y organizar mi propia educación

Pablo es Alumni de Arquitectura y Bellas Artes  por la Universidad Europea de Madrid. Recientemente, participó en la exposición de arte Mordiendo mi lengua en Gotemburgo, Suecia, con su proyecto Universo Autosalud.

Cuéntanos de qué promoción eres, en que facultad y campus estudiaste.

Estudié en el campus de Villaviciosa de Odón: Arquitectura y Bellas Artes y terminé en el año 2019.

Descríbenos cómo es tu trayectoria desde que egresas hasta que empiezas tu proyecto en Suecia.

Gracias a haber estudiado las dos carreras, tengo una perspectiva interdisciplinar en la que siempre conviven dos mundos: el mundo del Arte y el mundo de la Arquitectura.

Los últimos años de estudios en la UEM estaba muy activo. Colaboré en diversos proyectos de la universidad como Bi-City Biennial Hongkong-Shenzhen (China) o la AA Visiting School Madrid, ente otros. Esos últimos años de carrera los compaginaba con trabajo en la propia Universidad Europea de Madrid y con proyectos fuera de la universidad. En 2019 tras presentar mi proyecto fin de carrera Mens sana in corpore sano, viajé a Suiza para desarrollar Invisible Tales, una colaboración con arquitectos de Finlandia, Japón y Lituania. Durante el verano exploramos la intersección entre cambio climático y turismo en Villars sur Ollon, un pueblo de esquí en los Alpes.

Trabajar varios años en el FABLAB también me permitió estar en constante contacto tanto con profesores, como con estudiantes y otros profesionales de la universidad. FABLABUE es un ecosistema vibrante y punto de encuentro donde los proyectos se hacen realidad. Pude implicarme en labores de investigación, colaboré en el diseño de prototipos de órtesis y prótesis con impresión 3D para la facultad de ciencias biomédicas, o de un coche de carreras para el club Fórmula Student. Tenía la sensación de estar en un espacio muy productivo donde aún conservo compañeros de otras disciplinas con los que he seguido colaborando más tarde.

Ya egresado me ofrecieron la oportunidad de rediseñar el espacio y el mobiliario del FABLAB. La renovación arquitectónica de un espacio educativo me permitió conocer el mundo profesional más allá del entorno académico. A partir de ahí, surgieron otros proyectos y encargos privados.

Durante la pandemia, presentamos Gym Olympia un proyecto sobre la práctica de deporte en entornos domésticos.  A caballo entre la arquitectura, el deporte y la educación, Gym Olympia fue una especie poco común de gimnasio crítico que reunió durante la cuarentena a cientos de usuarios en todo el mundo. De ahí surgió una película que presentamos en AMIFF21, un festival de cine en Harstad, Noruega. Digamos que he seguido una búsqueda constante de oportunidades en contextos artísticos y arquitectónicos, a menudo participativos y colaborativos, y con dimensiones pedagógicas.

¿Cómo es el salto a Suecia? ¿Qué te motivó a irte y cómo son los primeros meses en el cambio de país?

Siempre he tenido intereses en implicarme y comprender diferentes contextos culturales. He pasado temporadas trabajando en China, viviendo en Hungría, y realizando talleres en Lituania, Dinamarca, Croacia, Bulgaria, Suiza, Estonia, Finlandia y Macedonia. Estas experiencias me han servido para enfocar el trabajo hacia el ámbito de la educación y el diseño. En 2021 fui seleccionado para un programa de investigación artística en la Universidad de Gotemburgo, y decidí mudarme a Suecia.

¿Cómo llegas a conquistar Gotemburgo con tu arte? ¿Qué significa, para ti, esta exposición?

A través del programa de investigación artística, tuve la oportunidad de entrar en contacto con la escena de arte contemporáneo de Gotemburgo. En Marzo de 2022 me ofrecieron participar en “Fantasies Around the Hole”, una exposición grupal en la galería Thomassen. El show trataba sobre una intervención en el espacio público realizada conjuntamente con una artista local en enero de 2021. En primavera tuve de nuevo la oportunidad de organizar un programa en la galería Rotor2. En Mayo de este año como parte del programa de la universidad surgió la exposición “Biting My Tongue” en la galería Göteborg Konsthall.

¿En qué consiste tu exposición?

La exposición «Biting My Tongue” (Mordiendo mi lengua) presenta a diez artistas que trabajan juntos bajo la idea de que lo que no se dice es igual de importante que lo que se dice. Los artistas exploran cómo la restricción en la expresión de pensamientos y la personalidad pueden ser influenciadas por factores externos. Los artistas utilizan diferentes medios para abordar temas sociales relevantes, como la soledad, la enfermedad mental, la sexualización y la violencia, y la sensación de estar atrapado en sistemas y estructuras. La exposición ofrece una visión única de los desafíos y oportunidades del futuro.

Mi proyecto “Selfhealth Universe” (Universo Autosalud) investiga las relaciones entre los individuos y las estructuras institucionales, lo privado y lo público. Las obras expuestas son intervenciones en la vida cotidiana que reflexionan sobre la relación entre el autocuidado, la autocrítica y los resquicios que emergen en un sistema de salud público estresado. La instalación, que consta de los tres objetos, La Bicicleta-ambulancia, La Sauna Migrante y La Criatura Alada, presenta algunas soluciones de bienestar “Do it yourself” y sus mitos subyacentes. ¿A quién afectan y cómo? Son preguntas que interpelan al público.

¿Cuáles son los próximos pasos? ¿Nuevos retos?, ¿Motivaciones?

Para mi práctica es crucial el contacto directo con la gente, establecer puntos de conexión, rutas de acceso, que faciliten diferentes lecturas de un mismo escenario. Me interesa la didáctica, es decir, cómo una misma situación puede percibirse y cobrar diferentes sentidos, y cómo a partir de ahí se pueden ampliar las posibilidades de implicación. Mis dos proyectos siguientes consisten en la realización de un taller pedagógico para estudiantes de un colegio en un suburbio de Gotemburgo, y en septiembre participo con un proyecto en la bienal de arte de la misma ciudad, en el que intervenimos y resignificamos un barco velero.

¿Cómo es tu día a día? ¿Cada uno es muy diferente al anterior?

Madrugo bastante. Por la mañana miro mi calendario y reviso las tareas del día. Suelo dedicar un tiempo a leer y a realizar actividad física que me ayude a disciplinarme. Dependiendo de los proyectos que tenga activos cada proceso exige unos tiempos y una organización particular para cumplir determinados objetivos. Para mí es crucial adaptar mis calendarios y hacerlos compatibles con las personas implicadas, por ello cada día es diferente. Me gusta observar mi entorno, explorar diferentes contextos, cambiar la portería de sitio, y cuando una idea la veo clara intento testearla, casi nunca sale como yo me la imaginaba, y eso me encanta.

Me enriquece mucho crear puentes entre diferentes contextos, he tenido la oportunidad de trabajar con artistas, arquitectos, sociólogos, activistas, ingenieros, enfermeros… Me interesa seguir aprendiendo sobre temas que afectan el día a día de la gente, como la educación, el deporte, el urbanismo, el diseño, y otras maneras de reflexionar e imaginar el mundo, comprender las perspectivas de adolescentes, migrantes, o usuarios del sistema público de salud. Los proyectos Foreigner Bodies (Fredericia, Dinamarca 2017), Invisible Tales (Villars sur Ollon, Suiza 2019), y Selfhealth Universe (Gotemburgo, Suecia 2023) abordan estas temáticas.

¿Cómo ha sido el papel de la Universidad Europea en tu desarrollo profesional?

Ha sido crucial. Me ha permitido desarrollarme profesionalmente. Obtuve una beca para trabajar en la presentación de un pabellón en Shenzhen, China, después me ofrecieron una beca para trabajar allí durante cinco meses. También tuve la suerte de iniciar y organizar durante varios años “HandsThinking”, un proyecto curatorial autogestionado en el que los estudiantes elegíamos a artistas y arquitectos del ámbito profesional para que vinieran a impartir talleres a la escuela. ¡Fue literalmente una forma increíble de diseñar y organizar nuestra propia educación!

Tuve docentes con carreras muy brillantes y eso te abre mucho las posibilidades de imaginarte el mundo en el ámbito profesional.

¿Qué consejos le darías a un estudiante de la Universidad Europea?

Mi caso es muy particular, pero es importante que cada uno intente mirar hacia dentro y ver lo que realmente quiere. Deben escuchar la llamada interna y ser autocríticos. No ir a lo más cómodo, ver todos los medios y herramientas que la propia universidad ofrece y que muchas veces ni conocemos, reflexionar que quizá cuesta un poco más, pero te lleva a una satisfacción mayor a largo plazo. En la exposición hablo de ello, no todo lo cómodo nos hace bien.