Nos motivaba dar voz a quienes no la tienen e incluso de desahogarnos por experiencias personales del pasado.

Javier y Susana son Alumni del Ciclo de Realización Audiovisual por la Universidad Europea de Madrid. Su Trabajo de Fin de Grado «Influencia» sobre el acoso en Redes Sociales ha sido publicado en diversos medios de relevancia.

¿Quién sois, qué habéis estudiado y en qué campus?

Soy Javier Vázquez, tengo 20 años y  según terminé el bachillerato me matriculé en el Ciclo de Realización Audiovisual de la Universidad Europea, ya que siempre me ha llamado la atención el mundo del cine y la televisión, y todo lo que detrás de ello hay. Siempre he creído que tanto en el cine como en la tv, hay que estar para contar historias, poner todo el sentimiento y por ello acabé realizando este trabajo.

Soy Susana Dominguez, tengo 25 años, y soy graduada en comunicación audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos. Cuando terminé, quise seguir indagando, especialmente en el aspecto técnico, y como recibí muy buenas recomendaciones por parte de la Universidad Europea, decidí matricularme en el Ciclo de Realización Audiovisual. Esta última etapa me ayudó a desarrollar proyectos que sirven para dar voz a temas importantes.

Precisamente para dar voz surge vuestro proyecto Influencia. ¿En qué consiste? Y ¿cómo surge?

Susana: Desde que Javi y yo nos conocimos, había temas en común que nos interesaban, como la psicología, el ciberbullyng, el acoso… y cuando tuvimos que hacer el Trabajo de Fin de Grado (TGF), decidimos buscar un tema que nos motivara y con el que, a su vez, pudiéramos ayudar a la gente. A partir de ahí, nos metimos de lleno en el tema.

Javi: Tenemos muchas cosas en común, las compartimos, y los dos sabíamos que de ahí podría salir algo interesante. Nos motivaba el hecho de dar voz a quienes no la tienen e incluso de desahogarnos por experiencias personales del pasado. Esto último nos ha ayudado bastante a desarrollar el proyecto.

Durante el proyecto colaborasteis con personalidades muy conocidas. ¿Os lo esperabais? ¿estaba contemplado desde el primer momento, o surgió? ¿Cómo fue el proceso?

Javi: Estaba contemplado porque la idea principal siempre fue que el mensaje llegara a mucha gente. Y qué mejor oportunidad que hacerlo con gente influenciable.

Susana: Sí que es cierto que durante el desarrollo del trabajo nos dimos cuenta de la cantidad de gente que había sufrido este tipo de ataques en redes sociales. Pensamos que esas personas eran quienes mejor nos podían ayudar a exponer el problema que existe.

¿Qué dificultades habéis encontrado a la hora de contactar con gente un tanto inaccesible?

Susana: El mayor problema siempre es el tiempo. Nuestro proyecto no deja de ser algo a corto plazo. Empezamos en septiembre a prepararlo, y para contactar con los influencers necesitábamos meses por cuestiones de agenda.

Javi: Por ejemplo, para conseguir un vídeo, en algunos casos, necesitamos 3 meses. Para que la gente se haga una idea. Aunque no en todos los casos ha sido tan complicado.

¿Cómo se supera el momento “hoja en blanco”? ¿Cuál es el primer paso para abordar un proyecto tan importante y en qué momento os dais cuenta de la dimensión que adquiere? 

Susana: Javi fue muy importante, ya que al saber más del tema producción, le ha hecho tener ciertos contactos que facilitaban esa búsqueda. El listón, eso sí, al principio, estaba más bajo en cuanto a los perfiles de los influencers. Nunca pensábamos llegar a perfiles más altos. Pero, poco a poco, vimos que se sentían interesados puesto que es un problema que sufren de primera mano. Se fueron uniendo a la iniciativa porque, para ellos, también era una gran manera de desahogarse.

Javi: es un proyecto de muchos meses. Las grabaciones se hacían a dos semanas vista. Por ejemplo, vimos que una serie de Telecinco trataba estos temas, así que decidimos contactar a la productora y decidió colaborar.

Parece que el debate de la salud mental comienza a adquirir la importancia que requiere. En este caso, ¿Creéis que está relacionado?

Susana: Está totalmente relacionado, y más en estos días donde la dependencia del móvil es total. Nuestra autoestima depende, muchas veces, de si tenemos un like más o menos. La ansiedad, depresión, también son problemas que en muchos casos vienen derivadas de un uso excesivo o mal uso de redes sociales. Y eso afecta directamente a la salud.

Javi: intentamos abordarlo desde diferentes puntos de vista. Por ejemplo, la modelo que hace referencia a críticas por temas de gordofobia, la influencer Luisa Garrido, streamer, hablaba de recibir críticas hasta el punto de pensar en el suicidio.

El proyecto se programó días antes para salir en Tiwch en el canal de Luisa Garrido. Ahí supimos que iba a tener repercusión. Después vimos que salió en el periódico 20 minutos y eso sí que fue una gran sorpresa. Todo el día le dimos vueltas, todo el mundo nos contactó…

¿Cómo se compagina la investigación y la producción con vuestros estudios?

Susana: No fue tan difícil porque íbamos siempre muy avanzados. Teníamos las ideas muy claras y, yendo poco a poco, lo llevamos bien.

¿Habéis descubierto algo que antes veíais de forma diferente? ¿qué habéis aprendido?

Susana: Me sorprendió el exceso de crítica. Veía vídeos que no podrían ser jamás una ofensa que aún así recibían críticas. Como, por ejemplo, un vídeo sobre maquillaje de una influencer.

El argumento fácil de mucha gente es que, como los influencers se dedican al público y tienen dinero, deben tolerar todo tipo de críticas porque “les va en el sueldo”. ¿Qué le diríais a la gente que expone ese argumento?

Javi: Nosotros durante el trabajo nos referimos siempre a dos tipos de perfiles: aquellos que se dedican a las redes sociales y los que no. Por encima de la profesión, hay que evitar el acoso de cualquier tipo. Nunca está justificado.

Susana: La gente que critica por criticar debería pararse a pensar en qué le aporta a él lanzar esa crítica. Nada bueno. Todo ello hace que cada vez más gente decida eliminar sus perfiles de redes sociales, sean famosos o no, ante tanta crítica innecesaria. Hace poco, el actor Mario Casas, en la promoción de su última película, dio una entrevista en la que contaba que ya no tiene Instagram en el móvil, que sólo lo veía desde el ordenador al llegar a casa. Decía que le provocaba ansiedad tenerlo al alcance de la mano en todo momento. Hemos llegado a ese punto en el que una persona que utiliza las redes sociales como herramienta de promoción no pueda usarlo por el alto nivel de crítica y la ansiedad que eso genera.

¿Sois optimistas en que la cosa mejorará? ¿Qué se debe hacer?

Javi: Es necesario que desde el cine, televisión, etc…se haga más contenido como el nuestro. Fuera de las redes sociales, apenas se habla del acoso que surgen actores como Mario Casas o Jaime Lorente, por ejemplo. Pues imagina perfiles anónimos.

Susana: Cristina Pedroche también tuvo que dejar de publicar porque comentaba, que subiera lo que subiera, la iban a criticar. Si no te gusta, directamente no lo sigas.

¿Qué es lo que más os ha sorprendido durante el proyecto?

Susana: Me sorprende que el problema que denunciamos esté ya tan interiorizado que hasta algunos perfiles asuman vivir con ello. O que haya personas que digan que han pensado en suicidarse. Y es gente que solo crea contenido. O la obsesión que existe detrás de subir una foto.

¿Creéis que se debería enseñar en centros o Universidades?

Javi: Es muy necesario. Al igual que hay charlas sobre las drogas o la educación sexual, hay que sensibilizar con el tema de acoso en redes. Cada vez, las generaciones empiezan antes a usarlas. Tengo una prima que tiene 13 años y tiene todo tipo de perfiles en redes. O sea que hay que tratar el problema desde bien pronto.

Susana: Aunque el acoso ha existido siempre, el auge de las redes sociales y su mal uso hace que ahora haya muchos más casos de suicidios de menores, o de ansiedad.

La eterna pregunta… ¿son buenas o son malas las redes sociales?

Javi: La conclusión a la que llegamos tras el documental, es que la gente no debería dejar las redes sociales. Simplemente, debería aprender a utilizarlas. No podemos ser optimistas porque cada día va a peor. Nosotros ponemos nuestro granito de arena, pero para que esto se acabe, mucha más gente tiene que sumarse: educación, protección…etc.

¿Se os transmiten esos valores desde la Universidad? 

Susana: No se imparte, pero sí he notado que en nuestro grupo hay mucho respeto. Por ejemplo, con los proyectos del resto de compañeros. Jamás me he sentido atacada, y siempre hemos aprendido de los errores.

¿Qué ha sido lo mejor y lo peor del proceso durante la realización del documental?

Susana: Lo mejor ha sido trabajar juntos. Nos hemos llevado muy bien y hemos tenido muy buena organización.

Javi: También la facilidad a la hora de colaborar con gente. Muchos estaban muy dispuestos a formar parte de un proyecto así. Y lo peor, pues darnos cuenta de que quizá no hemos avanzado tanto.

¿Cuáles son los próximos pasos? ¿Qué consejos le daríais a las nuevas generaciones de estudiantes?

Susana: Queremos que el proyecto llegue lo más lejos posible. Y estaremos abiertos a realizar proyectos similares. Les daría el consejo de disfrutar y que aprovechen las oportunidades para dar voz y creatividad a temas que les afecten.

Javi: Aprovechar al máximo las oportunidades y buscar lo que te apasione.