Eduardo Álvarez es Alumni de Fisioterapia por la Universidad Europea desde el año 2001. Desde ese momento, ha ido forjando una espectacular carrera, trabajando con deportistas de la talla de Mikel Artera o Santi Cazorla. Tras varios años como miembro del Staff del Manchester City con Pep Guardiola, se encuentra en la Real Sociedad, como fisioterapeuta de confianza de David Silva.
Cuéntanos de qué promoción eres, en que facultad y campus estudiaste.
Yo estudié en Madrid, en el campus de Villaviciosa de Odón, en la Facultad de Ciencias de la Salud y realicé el grado de Fisioterapia. Soy de la promoción del 2000. Aunque ahora la Universidad cuenta con el doble grado de Ciencias de Actividad Física y del Deporte y Fisioterapia, pero yo sólo hice el grado de Fisio.
Cómo fue la trayectoria desde que finalizaste tus estudios en la Universidad Europea hasta que pasas a formar parte del Staff del Manchester City.
Fue un camino largo. Tuve la suerte de que mi primer trabajo fue con quien ahora es el readaptador de la Selección Española, Lorenzo del Pozo y con el doctor Antonio Maestro. En aquella época trabajábamos en el grupo Covadonga, en Gijón. Y después me uní con ellos a el Isastur Gijón Baloncesto, que en aquella época jugaban en la ACB, en lo que fue mi primer contacto en el mundo del deporte. Fue una época muy divertida, porque pude viajar por toda España. Se puede decir que caí de pie, tuve mucha suerte.
Después volví a mi pueblo en Asturias para abrir una clínica de fisioterapia. Desde ahí seguí ligado al mundo del deporte, trabajando con muchos jugadores tanto a nivel nacional como extranjeros.
Actualmente trabajo en San Sebastián. Estoy en la Real Sociedad, pues me vine aquí con David Silva cuando él fichó por este equipo. Él club tenía la idea de incorporar a un nuevo fisioterapeuta y Silva quería que fuera con él, por lo que nos trasladamos después de vivir una experiencia magnífica en el Manchester City.
En definitiva, han pasado unos 12 años desde que yo colaboraba con futbolistas del Hércules. Recuerdo a Manuel Ruz, un jugador lesionado de gravedad, al que yo traté durante la lesión. Manuel era amigo de David Silva y ahí le conocí y empecé también a trabajar con él. Todo empezó con David y terminará con él.
Cuando David Silva fichó por el Manchester City, yo iba mensualmente a verle, y también trabajaba con jugadores del Arsenal como Santi Cazorla o Mikel Arteta. Cuando Pep Guardiola firmó por el Manchester City, Arteta pasó a ser su segundo entrenador y el doctor Cugat, con quién tenía una buena relación también fue a trabajar ahí. Todas estas circunstancias hicieron que yo pasara a formar parte del Staff del Manchester City.
¿Es muy diferente la forma de trabajar que tenías antes a la que tienes ahora en tu regreso a España?
Todo evoluciona y, sobre todo, las carreras sanitarias lo hacen a una velocidad increíble. Creo que lo peor que puede ocurrir en la rama sanitaria es seguir el lema de “siempre lo hemos hecho así”. Cada año que pasa yo trabajo de forma diferente. Tienes que adaptarte, aprovechar las nuevas tecnologías y aplicarlas al trabajo del día a día, intentando evolucionar y no quedarte atrás. En el caso del mundo del fútbol, a veces, aunque muy divertido, puede ser complicado.
¿Cómo crees que ha afectado el desarrollo de las tecnologías al mundo de la Fisioterapia?
Todo ha cambiado desde que empecé. Recuerdo la primera vez que cogí un ecógrafo en la clínica y la gente me miraba como si estuviera loco. A día de hoy, utilizar ecógrafos es de lo más normal.
Sin embargo, yo soy de los que piensa que la principal herramienta son las manos: razonamiento clínico, terapia activa… etc. Pero no cabe duda que gracias a las nuevas tecnologías hoy contamos con unas herramientas que hace años no teníamos.
Descríbenos un poco más tu trabajo ¿Qué es lo que más te gusta? ¿A qué retos te enfrentas día a día? ¿Alguna anécdota que quieras compartir?
Yo soy una persona muy social. Me encanta interactuar y disfruto mucho cuando trato a la gente mientras podemos charlar y preguntarnos cosas. El vínculo que se establece en esas situaciones es muy especial. En esta profesión te llevas experiencias y amigos, y eso es lo que más me gusta de mi trabajo.
Quizá algunos fisioterapeutas se enfadan si digo esto, pero creo que en muchos casos, con el auge de las redes sociales, nos creemos más protagonistas de lo que somos. Nuestro trabajo consiste en echar una mano. Por ejemplo, cuando estaba en el Manchester City, si preguntabas qué porcentaje del éxito tenía cada uno, y los sumabas, obtenías el 400%. Tenemos que asumir que, cada uno en su papel, tiene que echar una mano. Y lo que me parece más maravilloso de mi profesión es el poder ayudar a la gente. Ya sea para que un futbolista de élite pueda jugar cada domingo o para que una señora de 80 años tenga mejor calidad de vida.
Yo recuerdo mucho a mi profesor de Universidad Leonardo, que siempre decía que “muchas veces el paciente mejora a pesar nuestro”. Debemos tener los pies en el suelo, saber en lo que podemos apoyar y aportar. Ese es el mayor reto al que me enfrento.
¿Cuándo supiste que querías ser Fisioterapeuta?
Yo jugaba al fútbol y hacía deporte. Pero una vez me rompí el menisco y tuve que hacer rehabilitación. Yo tenía 17 años y con esas edades se es muy impresionable y empecé a mostrar interés.
Tengo una sobrina que estuvo la semana pasada visitando la Universidad Europea en la jornada de puertas abiertas y la sensación que tengo es que hoy en día es muy difícil saber lo que quieres ser. Mi hija de 14 años me decía que quería ser Fisioterapeuta. Y yo le decía que si quería ser fisio o hacer lo que yo hacía. Porque la realidad no siempre es hacer viajar a hacer pretemporadas a New York o tratar con futbolistas de élite. Hoy en día tener una vocación es complicado. Quizá por las redes sociales, pero ahora no basta con que te guste hacer algo, sino que es necesario que además se venda bien, y esto es complicado.
En tu caso, ¿Por qué elegiste la Universidad Europea?
De mis amigos del pueblo, uno de ellos conocía a personal de la Universidad Europea, así que fuimos a verla. Me quedé impresionado, vi un concepto totalmente diferente de Universidad, con instalaciones espectaculares, con un profesorado más ligado a la actualidad y de primer nivel, con un concepto más innovador.
Podría decir que mi hija no sabe lo que va a estudiar, pero sí donde va a estudiar: en la Universidad Europea. Creo que esta Universidad está un peldaño por encima con respecto al resto.
¿Qué valores y características crees que tiene que han contribuido en tu desarrollo profesional?
Ha contribuido en todo. Si no fuera por la Universidad Europea, no sería fisioterapeuta hoy en día. Además, la Universidad me ofreció una visión de la fisioterapia como algo más moderno y actual., con muchas más salidas. Descubrí que había otros muchos campos aparte de que ya conocía, muchas microsecciones o especialidades que hace años no se contemplaban como tal.
¿Cuál es tu mejor recuerdo en la Universidad Europea?
Sin duda, los amigos. Lo bien que me lo pasé. Son millones de recuerdos y todos buenos. Cualquier persona que venga de fuera y se integre en la vida universitaria, verá que enriquece mucho.
Cuando me hablan de la Universidad, y sobre las actividades que se realizan como la feria de clubes pienso… si la Universidad era espectacular hace 20 años, con respecto a lo que había en esa época, no me quiero imaginar lo que sigue siendo ahora. Hay clubes para todo, que te permiten hacen muchísimas cosas interesantes. Es como si fuera una ciudad. No necesitas salir del campus para disfrutar, tener inquietudes y sinergias de trabajo.
¿Qué consejos darías a aquéllos que acaban de terminar sus estudios y salen ahora al mundo profesional?
No les voy a decir ni que estudien ni que sean los mejores. Sino que disfrute, que aprovechen esta época, con esfuerzo, eso sí, y que sean felices. Cuando yo estudiaba ha sido la época más feliz de mi vida y les diría que aprovechen al máximo eligiendo aquello que les gusta hacer.